La espirulina es una cianobacteria, también conocida como microalga azul-verde, considerada un superalimento por su perfil nutricional completo y su riqueza en proteínas, aminoácidos esenciales, vitaminas, antioxidantes y minerales.La ofrecemos en dos presentaciones: espirulina viva, fresca y en su estado más activo, y espirulina en rulos, deshidratada a baja temperatura para concentrar sus nutrientes.

La espirulina, tanto viva como en rulos, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, aumentar la energía, mejorar la salud cardiovascular, combatir la fatiga, regular niveles de colesterol y glucosa, y cuenta con propiedades antiinflamatorias, antivirales y antioxidantes.

Los rulos se obtienen por deshidratación a baja temperatura (45 °C), conservando gran parte de sus nutrientes y con un sabor más suave. El polvo industrial suele secarse a temperaturas muy altas (180–400 °C), lo que destruye proteínas y antioxidantes esenciales.
La espirulina viva, al no pasar por ningún proceso de secado, mantiene todos sus nutrientes en su estado natural.

Una espirulina de calidad debe tener un color verde intenso y aroma fresco.

• En rulos, el color verde oscuro y la textura firme indican un secado cuidadoso.
• En viva, el color verde brillante y su textura cremosa son signos de frescura y pureza.

Para consumo habitual se sugiere 3 g diarios (aprox. una cucharadita).

• Con espirulina viva, un cuadrito (10g) aporta una alta biodisponibilidad.
• Con rulos, basta con una cucharadita  ya que los nutrientes están más concentrados.

Sí, siempre que sea de un productor confiable. Tanto la espirulina viva como la deshidratada son seguras durante el embarazo y lactancia, ya que no representan riesgos de bacterias o toxinas si se producen con calidad certificada.

Es segura para la mayoría de las personas. No se recomienda en casos de hemocromatosis (exceso de hierro), fenilcetonuria o si se usan anticoagulantes sin indicación médica.

En una porción de 3 g de espirulina se puede detectar hasta el 14 % del valor diario recomendado de vitamina B12. Sin embargo, los métodos actuales han demostrado que solo una fracción de esta vitamina es realmente asimilable, por lo que no debe considerarse una fuente principal de B12.

Al cultivarse en agua dulce, la espirulina contiene cantidades mínimas de yodo. Tanto la viva como los rulos son seguras para personas con problemas de tiroides.

• Rulos: se pueden añadir a licuados, ensaladas, yogures o jugos.
• Viva: se puede tomar sola o mezclar en smoothies, jugos, salsas o untarla en frutas. Su sabor es más suave y su textura cremosa permite usarla en preparaciones frescas.

Sí, ambas versiones ayudan a promover la saciedad gracias a su alto contenido proteico, lo que facilita el control del apetito y acelera el metabolismo.

Sí, mejora la resistencia, reduce la fatiga muscular, acelera la recuperación y aumenta la eficiencia en el uso de oxígeno (VO₂ máx.), tanto en su versión viva como en rulos.

La ficocianina de la espirulina ha mostrado efectos antivirales en estudios de laboratorio, especialmente cuando se consume regularmente.

Si no se produce con controles adecuados, puede contaminarse con microcistinas o metales pesados. Por eso es importante elegir espirulina artesanal y certificada.

• Rulos: en lugar fresco, seco y oscuro, en un envase hermético o al vacío.
• Viva: debe mantenerse en congelación.

Ambas son 100 % naturales y provienen del mismo cultivo.

• Espirulina viva: conserva sus nutrientes en estado más activo y se absorbe rápidamente.
• Espirulina en rulos: tiene nutrientes más concentrados y es más práctica porque no requiere congelación, lo que la hace ideal para uso diario o viajes.